En la tesis de F.Gamero se describe el nacimiento de las Aguas de Santa María.

"Tiene un aljibe con 10 m. de profundidad y sin tener noticia de él, previamente, aunque puede que se corresponda con un antiguo caput aquae. Este depósito seguramente ha sufrido modificaciones para comunicarlo en su base con una mina inferior al agotarse el manantial que lo abastecía o bien por una bajada del nivel freático."

"La localización de las minas de captación de los dos manantiales de Huerta de Santa María nos llevó varios años. La documentación estudiada citaba la existencia de dos
manantiales, el Alto y el Bajo y solo se tenía localizada una mina de captación de la cual se desconocía cuales de las dos se hacía referencia. Fue al consultar unas fotocopias donadas por la profesora de la Facultad de Filosofía Dña. Cristina Martínez (relacionada estas con el investigador cordobés ya fallecido Francisco Verdugo), por los que localizamos el protocolo notarial de 21 de abril de 1.877 proveniente seguramente del Archivo Histórico Provincial de Córdoba, que puso en evidencia de que ambos manantiales estaban unidos, y por tanto se hacía necesario reconocer mejor la zona.
En base al trabajo de campo realizado se supo que la zona está conformada por dos manantiales, el Alto y el Bajo; sus dos minas se disponen a distinta altura y tienen accesos que las comunican entre sí. En ellas y bajo la superficie se encuentra una gran sala cuyo diseño y funcionalidad desconocemos por el momento. Cabe la posibilidad de que fuera el caput aquae del cuarto acueducto romano que se ubica por el arroyo del Moro y que está por estudiar (VENTURA VILLANUEVA, 1997). También cuentan con dos albercas y una alcubilla."

El lugar indicado por F.Gamero aparece en el catastro de 1950 dentro de la finca La Fuensanta, pero cerca del arroyo de Torre Bermeja, que quedaría dentro de la finca Santa María, y donde aparecen marcados una arca y un depósito al O. de la carretera, muy cerca del comienzo del carril de acceso al colegio de La Aduana, y una alberca al E. No es posible apreciar con las fotografías aéreas si aún están el arca o el depósito.

En libro La aguas de Córdoba de López Amo se menciona el manantial:

"Aguas del Cabildo

Esta agua tiene dos veneros, el principal nace en la huerta de Sta. Maria, pasa su atarjea por la huerta del Hierro y se introduce en él otro que tiene su nacimiento en este heredamiento, viniendo por atarjea hasta los llanos donde hay una tinajuela: en este punto principian las tres cañerias que vienen de arcas en arcas hasta la del Campo de la Merced y derraman por lo alto de la caldera todas tres cañerias, tomando en este depósito el Convento de la Merced, hoy Casa de Socorro-Hospicio una paja y la fábrica de curtidos de D. Antonio Ruiz Almogávar una cuarta."

Guadalupe Pizarro, en su tesis, nos decribe también la conducción:

"En su inicio las Aguas de Santa María consistían en una galería subterránea de unos 171 m de largo, y que aunque está ya muy reparada, conserva un tramo de 8 m con paredes de piedra y cubierta del mismo material que podría ser el original, de cronología más antigua. Dicha galería, de 1,00 m de altura y 0,60 m de anchura, desembocaría en una gran alcubilla que hoy está oculta tras las ruinas de una alberca de cronología moderna, la que representa el plano de 1752. A partir de ese punto, se puede seguir el rastro del canal superficial sobre el terreno hasta llegar a la Huerta del Hierro."

"La conducción de las Aguas del Cabildo, con origen en la Huerta de Santa María, es una de las que han alcanzado mayor fama en la historiogra?ía sobre el abastecimiento de Córdoba. Ya hemos indicado que muy probablemente su origen fuera árabe, sin embargo, las Aguas del Cabildo, tal y como las conocemos hoy día, tienen su origen en el año 1604342, fecha de su construcción. Gran parte de los datos sobre la conducción proceden de un manuscrito del Archivo de la Catedral fechado en 1752, cuando ésta ya había sufrido importantes modificaciones. No obstante, el interés del documento es indudable, no sólo por las descripciones que contiene, sino por incluir un plano de su recorrido completo de valor artístico destacable"

"Los hitos que aparecen en el plano del s. XVIII son reconocibles en el terreno: uno de ellos es la gran alberca de la Huerta de Santa María, que recogía las aguas “más superficiales” usadas para regar dicha propiedad. Parte de de la alberca se mantiene en pie junto al Arroyo de San León (8,15 m de largo y 3,70 de profundidad), visibles en su parte más alta los caños que el plano representa esquemáticamente. La galería de las Aguas del Cabildo llegaba justo hasta este punto y es aquí donde comienzan a verse en superficie los restos de un canal mucho más reducido.
Efectivamente, pudimos seguir los restos dispersos de esta conducción en el camino que baja desde la Huerta de Santa María, pasando por la Finca el Carmen y el Cerrillo hasta llegar a la Huerta del Hierro. Las partes rehechas de ladrillo, revestidas sólo sus paredes, y la cubierta de losas de calcarenita debieron realizarse / reformarse en el periodo moderno o contemporáneo, en ocasiones excavando la zanja de construcción en un lecho rocoso de pizarra. Sabemos también que en el periodo moderno la conducción del cabildo superaba la depresión del Arroyo del Moro hasta en dos ocasiones “por encima de un puente de bien fortalecida cantería, cubierta de un lomo agudo para imposibilitar el paso y mayor seguridad de la atarjea”.

La alberca al E. de la carretera se conserva, aunque muy deteriorada. Se puede ver un artículo de Notas Cordobesas sobre esta alberca.

Plano de 1752

Fachada de la alberca